miércoles, 15 de junio de 2011

NOTA DE ARCHIVO -DIARIO LA NACION

EL OTRO SEXO EN LA TV

Comenzó tímidamente y, como una audacia artística, la homosexualidad dejó su rol en la comedia para tomar parte en las novelas; hoy es una tendencia que no excluye a las mujeres

Hace casi ocho años, Celeste Carballo y Sandra Mihanovich develaban ante Juan Alberto Badía su relación de pareja. Fue el 31 de octubre de 1989 y, muy rápidamente, se propagó la noticia en un Buenos Aires que las contemplaba en cada calle desde los afiches promocionales de su recital "Mujer contra mujer". Con la misma velocidad el tema pasó a la historia junto con los mensajes de algunos televidentes que, palabras más, palabras menos, expresaban: "Tampoco es necesario que lo hagan público".

La sociedad tiene sus tiempos para hablar de ciertas cosas y ahora _no entonces_ llegó el momento de la homosexualidad y la pantalla de televisión parece funcionar como un termómetro del proceso de aceptación social y ser predecesora de los cambios institucionales.

Primero, y durante muchos años, los homosexuales de la televisión fueron sólo de sexo masculino y de características exacerbadamente afeminadas, por lo general personajes compuestos desde y para la comedia televisiva. Pasó mucho tiempo hasta que comenzaron a formar parte de los programas dramáticos, donde la composición del papel dio lugar a la generación de una mayor gama de matices.

Un rol premiado

Que en 1992 Miguel Angel Solá ganara el Martín Fierro en el rubro Mejor Actor Dramático por su labor en "Atreverse", el ciclo de Alejandro Doria, donde en uno de sus capítulos unitarios interpretó el rol de un homosexual, fue el primer signo de aprobación. La segunda sorpresa que deparó la pantalla vino en 1994 con "Zona de riesgo", cuando Rodolfo Ranni y Gerardo Romano, desde el prestigio de sus carreras, protagonizaron a una pareja gay durante 13 capítulos en los que el amor entre hombres se sostuvo a lo largo de toda la historia.

Fue también en ese momento cuando la temática de la homosexualidad saltó de la polémica ficción a la realidad, sostenida por Romano, que a través de la prensa se animó a provocar un juego de ambigüedad sexual.

El tercer momento lo marcó "Verdad Consecuencia", el año último, cuando en su primer capítulo el personaje de Damián de Santo, a su turno de confesar una verdad, revelaba ante su grupo de amigos que era homosexual para, más adelante en la historia, presentar formalmente a su pareja. Lo novedoso del proceso narrativo fue cómo los distintos personajes _casi representativos de los distintos puntos de vista de la sociedad_ iban aceptando o no esta nueva condición del personaje, con todas las variantes que van desde la aceptación natural e inmediata hasta el desprecio familiar. Pero esta historia de "Verdad Consecuencia" nunca generó escándalo, es decir que para el termómetro social el amor entre hombres ya había dejado de ser un tema de inaceptable tratamiento en televisión.

Hasta este año las mujeres homosexuales habían sido las grandes ausentes, no porque no hubieran tenido lugar en algunos programas _basta mencionar el romance que Nora Cárpena y Esther Goris actuaron en "Tres minas fieles", en 1995_ sino porque pasaron "inadvertidas". El hecho de que hoy Fernanda Mistral y Gabriela Toscano, en "El Rafa", y Mónica Galán y Paula Canals, en "Señoras y señores", sean parejas en la ficción y que Nancy Dupláa pretenda conquistar el amor aún heterosexual de Emilia Mazer en "Verdad Consecuencia" invita a una doble lectura: por un lado, implica que la novedad temática ya ha dejado de ser el amor entre hombres para pasar a ocupar ese lugar el amor entre mujeres; por otro, que ahora sí la homosexualidad femenina detiene la mirada del público que hoy, paralelamente, prefiere que se hable de ciertas cosas.

Todos los reality shows han advertido esta apertura a la discusión y especialmente los que conducen Mauro Viale y Chiche Gelblung, a la cabeza de la que se ha convertido en una larga lista, no han dudado en integrar o invitar a sus programas _que pueden o no ser medidos por la vara del buen gusto, pero que siempre consiguen un alto rating que indica en principio el interés de la audiencia por el tema_ a gays, lesbianas, travestis y transexuales, tanto para debatir sobre la discriminación social y policíaca, reclamar el derecho a cambiar su identidad o, simplemente, presentarse en sociedad, como para debatir con otros sectores de la comunidad la temática homosexual, ahora también femenina.

Profetas catódicos

Si desde siempre la ley regla lo que la sociedad pide, quizá hoy sus necesidades se prenuncian a través de la televisión que, como un eslabón entre el hombre y la institución, precede los cambios. Porque simultáneamente a la aceptación _al menos en cuanto a su existencia como sector social_ y representación televisiva de esta realidad de múltiples sexualidades, las instituciones comenzaron a trasladar la homosexualidad de la marginalidad hacia la legalidad: fallo judicial mediante, la transexual Mariela Muñoz ahora en verdad lleva por nombre en su DNI el de Mariela Muñoz; una obra social aceptó dar cobertura médica al compañero de un afiliado, y el secretario de Seguridad Social de la Nación anunció que los homosexuales tienen derecho a la pensión por viudez. El reconocimiento de estos derechos civiles no es una idea original argentina, ya tienen sus antecedentes en Europa y Estados Unidos. Pero, a pesar de los avances en materia de Derecho, la sociedad norteamericana está lejos de ser vanguardista: el 30 de abril de este año el personaje protagónico de la serie de televisión "Ellen" (ABC) confesó ser lesbiana en el primer capítulo de su cuarta temporada. Antes, por supuesto, había realizado el correspondiente prenuncio para la prensa. Las empresas anunciantes Ford, Chrysler y Johnson & Johnson retiraron su publicidad y algunas organizaciones religiosas invitaron al resto de los anunciantes a imitarlos.

La crítica en general consideró esta reacción como consecuencia directa de que el personaje fuera protagónico. Si bien esto es estrictamente cierto, los personajes homosexuales femeninos de series como "Mad About You" (Loco por ti), si bien son secundarios, son aceptados con gran amplitud.

Sería más lógico suponer que la causa fue la provocativa tapa de la Revista Times _nada menos_, donde diez días antes de la emisión la actriz Ellen De Generes confesó su propia homosexualidad a cuenta de un futuro rating de 42 millones de personas (su programa había sufrido el último año una baja de audiencia) que quedó garantizado en el mismo acto de su confesión.

Miriam Molero 

"Dos mujeres también se pueden amar"

Romance: con los papeles de Gabriela Toscano en "El Rafa", y Mónica Galán en "Señoras y señores", la homosexualidad femenina también llegó a la TV.

Ambas son en parte responsables de la irrupción de la homosexualidad femenina en la televisión. Gabriela Toscano interpreta en "El Rafa" a Lucía, una mujer a quien le gustan las mujeres y cuya principal característica es su capacidad de amar sin redes al personaje de Silvia, interpretado por Fernanda Mistral.

Mónica Galán, por su parte, es Laura en "Señoras y señores", una mujer que tenía grandes problemas afectivos hasta que descubrió que en realidad era lesbiana y ahora en la ficción es pareja de Gabriela, una joven encarnada por Paula Canals.

Son mujeres que no llevan solitariamente a cuestas su orientación sexual y sus vidas de pareja nacieron no sólo como un capítulo especial de sus respectivos programas sino para quedarse y mostrar su propia historia.

Sin estereotipos

_¿Esperaban la repercusión que tuvieron sus personajes?

Galán: _Esto es lo que a mí me sorprende: tanta alharaca, tanta hipocresía... y sobre todo el desconocimiento de la gente. El amor es el amor. No importa si es hacia una mujer o hacia un hombre. El amor se vive como amor. Después vienen las barreras que hay que sortear y que existen también si me enamoro de alguien muy joven o muy viejo, por ejemplo.

Toscano: _Yo me he criado en el ambiente de los artistas al lado de estas personas, tanto técnicos como maquilladores, vestuaristas y actores, que tienen su deseo sexual orientado hacia donde quieren, y creo que por eso a nosotros no nos llama la atención.

Nunca pensé otra cosa de ellos más que eran personas. Y los problemas de las parejas, sean entre hombres o entre mujeres o entre hombres y mujeres, son los conflictos cotidianos que tiene la gente para relacionarse. Lo más rico es que cada vez que uno ama a una persona es un amor diferente.

Galán: _A Walter Benjamin en un reportaje le preguntaron, por el hecho de que había estado casado tres veces o que había tenido tres amores, cómo era como amante. El respondió: "Amé a tres mujeres y fui tres hombres diferentes".

Toscano: _Como artista es bárbaro investigar eso: cómo es uno cada vez que se enamora. Lo otro es un condimento que se agrega: cómo es amar a otra mujer ocultando este amor porque la relación de mujeres está más tapada que la relación entre dos hombres.

Galán: _Esto debe venir de la sociedad machista que dice: "Puedo soportar a un hombre borracho pero no a una mujer borracha". Lo mismo sucede con: "Yo me banco hasta los homosexuales pero ya a las lesbianas no, º qué asco!". Siempre la mujer fue erigida para madre, para santa, y todavía hay algo de eso.

_¿No creen que este revuelo es síntoma de un cambio social sobre el tema?

Galán: _Qué tarde que llega la televisión entonces porque ya le dieron la obra social a una pareja gay. La televisión argentina siempre ha llegado tarde a todo.

Toscano: _Llega tarde porque también llega tarde la ley. Primero es la demanda de la gente y después la ley. Estamos atrasados y es por el prejuicio de la gente. Creo que a esta altura, pisando el 2000, cuando se habla de gay, de lesbianas, de hombres, de mujeres, se debe hablar de personas....

Galán: _A mí me parecen mucho más terribles que las quejas porque aparece en pantalla el beso entre dos mujeres, las gatitas o no sé cómo se llaman que aparecen en televisión y los comerciales. Es atroz que alguien tenga que comerciar con sus atributos físicos.

Toscano: _Es la prostitución legalizada.

Galán: _Por desconocimiento la gente cree que el homosexual, sea mujer u hombre, está prostituido. Yo tengo hijos varones y recuerdo que en un tiempo tenía a un muchacho divino que los cuidaba. Algunas personas me decían: Ojo que este tipo es homosexual porque se cree que los homosexuales van a intentar prostituirte. La equivocación puede estar en ponerle un valor moral a la orientación sexual cuando los valores son otros.

_¿Por qué ninguno de sus personajes responde al estereotipo de la lesbiana que es poco femenina?

Galán: _Ese fue todo un tema para armar el personaje. No quise hacer, y estuvieron de acuerdo los autores, una lesbiana que supliera al hombre, sino todo lo contrario: una lesbiana a la que le gustaran las cosas femeninas. Simone de Beauvoire planteaba dos tipos de lesbianas: la que suple al hombre y a la que le gusta lo femenino. Para contrarrestar este desconocimiento de la gente que cree que sólo hay lesbianas que son como hombrecitos, que se visten con traje de hombre, etcétera, es que elegí lo otro.

Toscano: _A mi personaje Migré ya lo había hecho así: era una mujer muy femenina y a mí me encantó por lo que uno pone en juego de sí misma para actuar lo femenino. No abundan los papeles que se sostengan por su sola condición de mujer. Siempre son "la hermana de, o "la prima de". En ambas historias hay un cuidado en el texto por el cual para definir a sus personajes se utilizan eufemismos.

_¿Esto se debe a cierto prurito?

Galán: _No sé si llamarlo cuidado. En "Señoras y señores" se usa la terminología que en la vida real utiliza la generación que representamos. No sé si alguien de cuarenta diría de sí mismo "yo soy p...". Creo que diría "soy homosexual".

En "Verdad Consecuencia" son más directos en sus expresiones porque representan a gente muy joven que posee un desenfado natural. Al hermano de mi personaje, interpretado por Gustavo Garzón, que siempre se ufanaba de que todo le iba bien, de pronto le pasan cosas. En una reunión de varones todos lo compadecen y además comentan "la hermana es bombero". Entonces un amigo le dice: "Te separaste, te quedaste sin trabajo, tu hermana te dijo que era lesbiana..." y se lo plantea como una plaga más. Pero él le contesta: "No se murió mi hermana, es lesbiana nada más".

Toscano: _Mi personaje no dice "soy gay", porque creo que tiene que ver con cierta madurez y con su forma de ser que la hace no ser agresiva, por ejemplo hacia el hombre. Para aclararle su sexualidad a un varón prefiere decir: "A mí me gustan las mujeres".

_A la hora de comparar historias... ¿Cómo fueron los besos?

Galán: _Yo no vi los besos de las otras...

Toscano: _Yo tampoco, pero me dijeron que fueron eufóricos...

_Nancy Dupláa le robó un beso a Emilia Mazer.

Toscano: _Sí, me dijeron que le estampó un beso.

Galán: _Ah, no, no... lo nuestro fue compartido, compartidísimo. ¿Y el tuyo?

Toscano: _El mío fue robado pero dulce. Fue un robo más erótico, más tranquilo...

_¿Hay una preocupación especial de la producción en cuidar estéticamente esas escenas?

Galán: _Se cuida todo. No se cuidá más que otras escenas.

Toscano: _Se cuida porque es un momento importante para la historia, pero no más que a la escena que tuvo Arturo (Puig) con Paola (Krum) en el vivero. Tuvieron una relación sexual vestidos y la escena, que quedó muy bien hecha, se tomaba a través de los vidrios, se veía y no se veía nada.

_¿Algunos organismos que defienden los derechos de los homosexuales consideran que la irrupción de estos personajes ayudan a difundir esta problemática. Ustedes son conscientes de esto?

Galán: _Ojalá que sirva de ayuda. Yo pertenezco a la generación que quería cambiar el mundo y me pondría muy feliz poder aportar mi granito de arena. Por eso propuse en su momento no hacer una lesbiana como conocen todos y trato de mostrar lo que sufre, lo difícil que es, lo que sienten los otros personajes de la familia.

Toscano: _A mí siempre me gustó que la gente se identificara con mis personajes. No con éste en especial sino con todos porque uno actúa para transmitir algo. En este caso me gustaría que doña Rosa le dijera a don Pedro: "Viste, che, que dos mujeres también se pueden amar...".

 

Viernes 13 de junio de 1997 |  http://www.lanacion.com.ar

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