viernes, 9 de mayo de 2008

Nuevos proyectos
La palabra de Gabriela Toscano

Su nombre deriva en una actriz que comenzó en la actividad desde muy pequeña.


- En realidad comenzó a los ocho años en la actividad artística.
- No, fue a los cuatro –se apura en señalar-. Fue en “Música en Libertad” infantil, allá por los años 70, en Canal 9, y mi primera película fue una que hizo Pipo Pescador, “Luces de mi zapatos”, donde ya era un poquito más grande.

- ¿Qué pasó desde entonces hasta “El exilio de Gardel”, film que fue tan premiado y ovacionado por el público?
- Pasó de todo. Yo tuve una infancia creciendo dentro de la televisión, viendo a actores que venían del teatro y en esa época haciendo televisión. Y me fui formando un poco así, haciendo esa ficción que se hacía antes. Ficción también de época, donde había otro tipo de historias. Creo que eso me formó mucho. Cuando hice “El exilio de Gardel” era una adolescente, y ya había hecho “Los gringos” con David Stivel, “Situación límite”, entre otros trabajos. Pero “El exilio...” tuvo una repercusión diferente, en un momento de la democracia diferente. Y enterarme a partir de esa película -yo era muy joven- de cosas que sucedían fuera del país y nosotros no estábamos enterados.

- En los últimos años ha hecho obras muy comprometidas. Y además, en el caso de “La duda”, con la responsabilidad de reemplazar a Susú Pecoraro. Y su interpretación tuvo muy buenas críticas.
- Sí, por suerte, porque muchas veces es difícil reemplazar y reorganizar el elenco y ponerme en el lugar de lo que es la hermana Luisa, protagonista de la obra. Y a veces no te hacen críticas o los periodistas no son considerados. Me parece muy bien que sean considerados, porque en otros países lo hacen. Por suerte estoy a las órdenes de Carlos Rivas, que no es porque sea mi marido pero es un director que toma lo que uno es, la naturaleza de uno y yo pude crear la hermana Luisa, no hacer un reemplazo solamente. Pude expresarme como actriz y pude aportar algo a la obra y por algo estamos acá, haciendo funciones, con Fabián que es el único que quedó inamovible.

- ¿Qué siente al dejar un personaje?
- Cuesta, pero también a dan ganas de hacer otra cosa y de crecer. Uno le da como un final porque tiene ya ganas de desarrollar otra parte del instrumento. Da un poco de temor, pero también es bueno, porque uno está preparado para otra cosa.

- ¿Por qué en los últimos años sólo fue dirigida por Carlos Rivas?
- Porque nos dimos cuenta que estuvimos once años viviendo juntos y formando una familia, y de que había llegado el momento de trabajar juntos. Se dio lo de “La prueba” que fue lo primero, porque antes trabajamos juntos pero no era porque él me hubiese convocado. A él lo habían convocado para hacer la dirección de actores, pero no era un trabajo que nosotros habíamos generado. Y con respecto a “La duda”, yo era una persona que conocía mucho la obra, entonces fui convocada porque el personaje es muy alejado de mí. Y ahora estamos juntos en otro proyecto que se llama “Cómo aprendí a manejar”, donde tengo un personaje encantador, con un elenco que incluye, entre otros, a Gustavo Garzón, y estrenamos el 2 de julio en el teatro Lorange. Y es otra cosa. De “La duda” nos faltan 14 presentaciones, más o menos, para terminar.

- ¿Que le queda pendiente en teatro?
- Todo. Tengo una asignatura pendiente con Shakespeare. Y cuando lo pueda decir lo voy a decir, junto con Carlos”.
Fuente: Miércoles 7 de Mayo de 2008 elcivismo.com.ar

No hay comentarios.:

CANAL DE VIDEOS EN YOUTUBE