viernes, 21 de diciembre de 2007


GABRIELA TOSCANO Y LA CONTINUACIÓN DE LA DUDA






Alejada de la pantalla chica desde el final de Amas de casas desesperadas y Mujeres asesinas, Gabriela Toscano asistió hoy a Mañanas informales en donde habló acerca de la obra que encabeza y sobre distintos aspectos de su vida.

Con Fabián Vena como compañero, La duda, que ya se había presentado en el teatro Liceo, debutará el próximo 4 de enero en Villa Gesell y realizará una gira por toda la costa, mientras que todos los lunes estará en el Radio City de Mar del Plata. "Es la última etapa de la obra", indicó la actriz y agregó que luego de la renuncia de algunas integrantes del elenco se incorporaron Verónica Celeri y una alumna que se formó con ellos, Mariana Meling.


"Me di el gusto porque de chica quería ser monja aunque me duró durante una semana a los 12 años", manifestó Toscano que en el espectáculo justamente interpreta a una religiosa tal como quería ser de chica.

Gabriela, que comenzó a trabajar a los cuatro años aunque lo veía como un juego, infirió que en la adolescencia pensó en dejar la carrera al igual que en otras oportunidades de adulta cuando entró en crisis con su carrera.

"Si no fuese lo que soy, podría ser de todo porque soy actriz", señaló antes de destacar que su vida tuvo distintas etapas ya que le gustaba hacer de todo. "Mientras hacía Son Amores le tejía una colcha a mi hijo. Aunque supuestamente trae mala suerte tejer dentro de un camarín yo lo hice y nunca me pasó nada. Eso sólo le pasa a la gente que se obseciona", agregó.

Finalmente, se refirió a su marido, Carlos Rivas que la dirige en esta obra como lo hizo en La prueba. "Esta última vez que trabajamos junto fue todo más relajado porque ya había un camino avanzado e íbamos directo a lo que teníamos que hacer", expresó y añadió que le gustaba mucho trabajar con él.




Fuente: LA TV MISMA http://latvmisma.blogspot.com / martes 18 de diciembre de 2007

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